ANÁLISIS DE MUESTRAS: EJEMPLO VI

ANÁLISIS DE MUESTRAS: EJEMPLO VI


"Hay hombres que ni siquiera se equivocan, porque no se proponen nada razonable."


Una asignatura que me ha resultado particularmente útil a la hora de llevarla a la práctica en clase ha sido Evaluación en el aprendizaje de ELE, diseñada por la profesora Fuensanta Puig Soler. Destacaría la distribución de los módulos y la alta participación que requerían al tener que hacer más entregas de las habituales, ya que cada módulo constaba de, mínimo, dos actividades.

Como bien exponen algunos autores que he leído durante la asignatura, la evaluación es un proceso al que no se le concede tanta importancia dentro del propio proceso de enseñanza, muchas veces los profesores no cuentan con suficientes conocimientos para autoevaluarse y mejorar las evaluaciones que hacen a sus alumnos. Particularmente, mi experiencia en este campo es casi nula, y debo reconocer que el estudio de la asignatura ha abierto ante mí un nuevo campo de interés.

A través de la actividad 4 y la lectura del siguiente artículo de Neus Sanmartí he reafirmado mi creencia sobre la idea de aprovechar el error como algo positivo:

http://cad.unam.mx/programas/actuales/cursos_diplo/diplomados/uaem_2014/00_cont/09_material/material/02_modulo2/04_qui/material_modulo_II_Quimica/01_10_ideas_clave_Evaluar_P1.pdf

La autora de este artículo destaca un factor importante del fracaso escolar: los profesores estamos más preocupados por transmitir correctamente una información que por entender por qué los estudiantes no la comprenden, y expone diez ideas clave sobre la evaluación.

En relación con esto, adjunto también una enriquecedora entrevista con la autora que me pareció de interés:

https://www.youtube.com/embed/tzvNw_moNeA?autoplay=1

Volviendo a lo que nos ocupa, en esta tarea se nos pedía que reflexionásemos sobre estas diez ideas y escogiésemos dos de ellas que nos pareciesen especialmente relevantes, explicando, además, como las implantaríamos en clase. Yo he escogido las siguientes:


"El error es útil para regular el aprendizaje. Conviene estimular su expresión para que se pueda detectar, comprender y favorecer su regulación."


Creo que este enfoque positivo del error es determinante a la hora no solo de orientar tus clases como profesor, si no también como alumno, es evidente que modificar esta visión a menudo es complicado y el algunas ocasiones contradictorio, ya que nos apoyamos en un sistema de calificaciones basado precisamente en la penalización del error. Pero es imprescindible saber transmitir a los alumnos esta idea para que puedan sacar el máximo provecho a las situaciones de aprendizaje a través del error, que se convierte en una manera eficaz de implicar al alumno en su proceso de aprendizaje. Desligar el error de la percepción negativa es algo que he aprendido durante el máster, consiguiendo verlo como el punto de partida y no como un obstáculo. Una vez asimilada esta visión, hay múltiples maneras de sacarle provecho en una clase de idiomas, una de ellas puede ser la puesta en común de las correcciones y los errores generales de la clase, dar opción a preguntas y respuestas que se formulen entre los alumnos. La autocorrección o la corrección por parejas es también un sistema interesante para la reflexión de los propios errores, siempre dotando al alumno de las herramientas necesarias para poder llevar a a cabo esta corrección.

"Lo más importante es aprender a autoevaluarse. Para ello es necesario que los alumnos se apropien: de los objetivos de aprendizaje, de las estrategias de pensamiento y de acción aplicables para dar respuesta a las tareas planteadas; y de los criterios de evaluación."

Esta es una idea que comparto al cien por cien, pero que he seleccionado precisamente porque me cuesta de manera especial llevarla a cabo. Considero que es muy importante que el alumno sea capaz de ser consciente de su propio proceso de aprendizaje, y sea él quién autorregula su avance, consciente de sus objetivos en todo momento. Pero aunque esta cuestión es algo ideal, creo que el profesor juega un papel determinante a la hora de que suceda. Creo que se debe orientar al alumno hacia la autoevaluacción, como expone Sanmartí el alumnado podría formularse una serie de preguntas que le sirvan de guía en el proceso, pero creo que debemos ser nosotros, como profesores los que les den las pautas para la reflexión. Como se ha hecho durante las asignaturas del máster, una buena manera es plantear las preguntas al inicio de un tema, que los alumnos reflexionen sobre sus conocimientos y creencias acerca de este, y que lo hagan de nuevo al final. En el transcurso del aprendizaje se les debe enseñar herramientas que les lleven a formular nuevas preguntas para fomentar la reflexión y la evaluación sobre lo que están aprendiendo. Las mismas actividades propuestas en el punto anterior pueden servir también para esta finalidad, al debatir grupalmente sobre la evaluación se lleva a cabo un proceso interior de reflexión.

Actividades como esta me han llevado a reflexionar sobre las creencias que tenemos como alumnos y profesores acerca de los errores, no me repetiré ya que mi opinión ha quedado clara en el ejemplo de muestra que he puesto, pero si que recalco, una vez más, la obligación que tenemos como profesores de hacer cambiar esta percepción tan negativa sobre equivocarse que traen la mayoría de los alumnos, al final todo esta ligado, y es esta filosofía la que les guiará hacia un camino mucho más significativo en su aprendizaje.












Comentarios